El herpes zóster, también conocido como “culebrilla”, es una erupción vesiculosa dolorosa que afecta a la piel, causada por la reactivación del virus de la varicela-zóster, el mismo virus responsable de la varicela. En la entrada al blog de salud de hoy, vamos a explicar cómo después de padecer varicela, el virus permanece latente en el sistema nervioso y puede reactivarse años después como herpes zóster. “Tras la primoinfección, la de la varicela, permanece latente durante años en los ganglios sensitivos espinales o del trigémino”, tal y como explica la doctora Paula Sánchez Conde, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Povisa de Vigo. “Cuando se debilitan las defensas del paciente, el virus latente se puede reactivar, dando lugar al herpes zóster, que entre el 5 y el 30% de los casos desarrolla una neuralgia postherpética, con dolor persistente durante meses difícil de controlar”. También contamos los síntomas y el tratamiento y explicamos si es contagioso.
Causas y origen
La principal causa de la reactivación del virus de la varicela-zóster que conduce al herpes zóster no se comprende completamente, pero suele estar asociada con una disminución en la inmunidad del cuerpo, como resultado del envejecimiento, el estrés, enfermedades que debilitan el sistema inmunológico o incluso ciertos medicamentos.
Síntomas
Los síntomas típicos del herpes zóster pueden incluir:
- Dolor y ardor: Suele preceder a la erupción cutánea.
- Erupción cutánea: Aparecen ampollas en forma de banda o parche en un lado del cuerpo, a menudo en el pecho o la espalda. Estas ampollas suelen ser dolorosas y pueden tardar semanas en sanar.
- Picazón y sensibilidad: La piel afectada puede ser extremadamente sensible.
- Malestar general: Fatiga, fiebre y dolores de cabeza en algunos casos.
Cómo se trata el herpes zóster
El tratamiento del herpes zóster generalmente implica medicamentos antivirales para reducir la duración y la gravedad del brote. Además, se suelen administrar analgésicos, compresas frías y lociones para intentar ayudar a aliviar el malestar y la picazón.
¿El herpes zóster es contagioso?
El herpes zóster en sí no es directamente contagioso, pero la persona afectada puede transmitir el virus de la varicela-zóster a individuos que no han tenido varicela previamente. Esto puede ocurrir si entran en contacto con las ampollas del herpes zóster y, en ese caso, desarrollar varicela, no directamente herpes zóster. La varicela es contagiosa, el herpes zóster en sí mismo no lo es.
¿Influyen factores hereditarios en el herpes zóster?
No existe una predisposición hereditaria directa al herpes zóster. Sin embargo, hay una predisposición a padecer varicela, ya que el herpes zóster se origina por la reactivación del virus de la varicela-zóster en personas que han tenido varicela en el pasado. Dicho esto, la susceptibilidad a la varicela puede ser influenciada en cierta medida por la genética, pero el desarrollo específico del herpes zóster no se hereda directamente.
En resumen, el herpes zóster es una erupción cutánea dolorosa causada por la reactivación del virus de la varicela-zóster en personas que han tenido varicela en el pasado. Aunque no es directamente contagioso en forma de herpes zóster, la persona afectada puede transmitir la varicela a aquellos que no son inmunes al virus. No hay una predisposición hereditaria directa al herpes zóster, pero la susceptibilidad a la varicela (y por lo tanto al herpes zóster) puede tener cierta influencia genética.
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