Goteros de esperanza contra el cáncer

Nuestra vida es en buena medida un tejido de relatos, nos contamos historias todos los días, las nuestras, las de la familia, las de los amigos. Cuando además de contarlas las escribimos, les vamos dando un nuevo significado. Las palabras que escogemos y la forma que les damos a nuestros textos, nos llevan no sólo a ordenar y presentar una realidad, sino que nos permiten ampliarla, matizarla, verla desde nuevas perspectivas, comprenderla mejor y crecer con ella.

Escribir, no es sólo una buena gimnasia para el cerebro, es crear un mundo infinito de tinta y papel, de palabras, inteligencia e imaginación, que nos permite dar forma al destino que soñamos. Historias de superación, de pérdidas, de esperanza, sobre todo, historias de personas que han querido compartir vivencias, experiencias o emociones relacionas con la enfermedad del cáncer y su superación comienzan a proliferar en las librerías. Ya lo dicen los expertos, escribir es una actividad beneficiosa para la salud. Sus testimonios contribuyen a sobrellevar mejor una enfermedad mortal y su lectura da aliento a los que la padecen, que cada vez es una mayor parte de la población. Según los últimos datos publicados por de la Sociedad Española de Oncología (SEOM), en 2012 se diagnosticaron en España 208.268 nuevos tumores, un 10% más que en 2006.

El último ejemplo de historias de superación fue presentado el lunes, en el Hospital de la Ribera, con motivo de la conmemoración del Día Mundial contra el Cáncer. Se trata del libro ‘Goteros de esperanza contra el cáncer’ compuesto por 41 relatos inéditos en los que los autores, vinculados personal y/o profesionalmente al cáncer, han ofrecido una visión optimista y esperanzadora de la enfermedad. En su presentación, el gerente del centro hospitalario, Manuel Marín, destacó que se trata de “un soplo de esperanza y un pequeño homenaje a todos los que, diariamente, le plantan cara a la enfermedad”.

Se buscan más mensajes optimistas

La edición de este ejemplar ha sido posible gracias al amplio número de personas que se animaron a participar en el primer concurso de relatos promovido desde La Ribera. Los ganadores de esta primera convocatoria han sido Vanessa Franco y Cristina Garcés, pacientes del centro hospitalario, y José Luis Monroy, profesional del Servicio de Radioterapia.

Tanta buena acogida ha tenido el I Concurso de Relato Breve sobre Cáncer que la entidad ya ha hecho públicas las bases de la segunda edición a través de la página de Facebook del Departamento de Salud. Según se establece en la red social, los textos deben tener una extensión máxima de 5 páginas por relato y deben enviarse al Hospital Universitario de La Ribera, tanto por correo electrónico (comunicacion@hospital-ribera.com) como por correo postal (Carretera de Corbera, Km. 1 – 46600 Alzira; Valencia), antes del 15 de marzo.

La Ribera, referente en la lucha contra el cáncer

El Hospital Universitario de La Ribera diagnostica unos 800 nuevos casos de cáncer al año. Por ello, desde su apertura, este centro hospitalario ha basado parte de su actividad en ofrecer la mejor asistencia sanitaria en cáncer. Como en los grandes hospitales nacionales, en su cartera de servicios incluye las pruebas diagnósticas, tratamientos y procedimientos que necesita un paciente oncológico para  recibir una atención integral de su enfermedad, acortando los tiempos de respuesta y ofreciendo la máxima eficacia y calidad asistencial.

Especialmente en los últimos años, el Hospital Universitario de La Ribera ha llevado a cabo un importante esfuerzo inversor en materia oncológica, lo que se ha traducido en la adecuación de un nuevo Hospital de Día Oncológico, o en la incorporación de los más avanzados equipos de detección y diagnóstico de esta enfermedad.

Así, entre estos últimos destacan la incorporación en 2012, del nuevo secuenciador genético del centro hospitalario, que ha supuesto una inversión de 280.000 euros, y que permite potenciar la terapia dirigida en determinados tipos de tumores y la realización de estudios genéticos para cánceres hereditarios, o del mamógrafo digital 3D por tomosíntesis, con una inversión de 345.000 euros, y que ha convertido al Hospital Universitario de La Ribera en el único centro público de la Comunitat Valenciana en disponer de este tipo de tecnología.