San Valentín es un día en el que muchos celebran el amor. Pero ¿qué pasa con quienes sufren por desamor? Por ejemplo, aquellos que viven una ruptura de pareja y sienten que les cuesta superar la pérdida de su “media naranja”. Con miles de corazones aún adornando escaparates y restaurantes y cientos de ofertas online de la love week, vamos a hablar en esta entrada al blog de salud de cómo es el duelo sano tras el fin de una relación y qué sentimientos debemos mantener a raya (porque evitarlos no siempre es fácil), según varios profesionales en Salud Mental del grupo sanitario Ribera.
Fases de un corazón roto
Sofía Carazo, psiquiatra del Hospital Universitario de Torrejón, recuerda que “una ruptura sentimental supone la pérdida de un vínculo, por lo que superarla conlleva un necesario proceso de duelo”. Y es que todos los especialistas atribuyen al duelo sentimental las mismas fases que al duelo por fallecimiento:
- Shock, si la ruptura es inesperada.
- Negación
- Miedo y/o tristeza
- Ira y/o enfado
- Descontrol, negociación
- Aceptación
Explican también que, como en la pérdida de un ser querido, no todas las personas pasan por cada una de estas fases, ni en el mismo orden ni con la misma intensidad.
Sentimientos habituales en una ruptura
Emociones como enfado, ira, culpa, tristeza, confusión, frustración, soledad, decepción, nostalgia o celos pueden formar parte de alguna de las fases del duelo, acompañados, incluso, por síntomas físicos como cansancio, angustia o sensación de un nudo en el estómago, falta de energía, insomnio y llanto. No son sentimientos agradables ni nos hacen sentir bien, porque los asociamos a la pérdida. Sin embargo, los profesionales aseguran que, incluso desde su enfoque negativo, pueden ayudarnos a superar la ruptura.
Marta Marcos, psicóloga del Departamento de Salud del Vinalopó, explica, por ejemplo, que “a veces estas emociones nos ayudan a poner distancia hacia la expareja, y eso a su vez, nos permite hacer cambios para bien en nuestro modo de vida”. Dicho de otro modo, añade: “si sabemos gestionarlo y no quedarnos anclados en esas emociones, nos van a impulsar hacia la aceptación”.
Coincide con ella Ana Isabel Velasco, enfermera de la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital Universitario de Torrejón. “Estos sentimientos muchas veces son necesarios en un momento determinado para un duelo saludable”, explica, y advierte que “en ocasiones, las personas tienden a anestesiar los sentimientos, evitando experimentar emociones que son necesarias”, asegura Velasco.
Pensar en venganza: sí o no
Marta Marcos, psicóloga del Departamento de Vinalopó, explica que el deseo de venganza se genera a partir de “la necesidad de reparar el daño que una persona siente que ha sufrido”. Sin embargo, afirma con rotundidad que «no es una estrategia adecuada para avanzar en la aceptación de la ruptura y que, además, dificultará el cierre saludable del proceso de duelo en las pérdidas sentimentales».
Ana Isabel Velasco, por su parte, reflexiona sobre cómo un deseo de continuo de venganza “puede fomentar la aparición de inestabilidad emocional, a partir del descontrol y la ira” y, además, suponer un problema a la hora de rehacer la vida sentimental. “El deseo de venganza indica que la ira se ha convertido en una emoción problemática y que puede ser necesario recurrir a la psicoterapia”, explica esta enfermera de hospitalización de Salud Mental.
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