Cuida tu higiene vocal

  • Estás acostumbrado/a a escuchar hablar de la higiene bucal, pero seguro que no tanto de la higiene vocal, es decir, de la salud de nuestra voz. En este post, especialistas de la Unidad de Logopedia del Hospital Universitario de La Ribera te hablan de los problemas de la voz y te ofrecen consejos para mantener una buena salud vocal.

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Los problemas de la voz son un trastorno que, pese a no suponer una excesiva gravedad, cada vez están más presentes y preocupan más a la sociedad. La disfonía, esto es, la alteración anormal de la voz, afecta al 5% de la población española. Está producida fundamentalmente por causas funcionales, como un sobreesfuerzo en el uso de la voz, o por causas orgánicas, como por ejemplo una enfermedad de tipo congénito.

Un programa de higiene vocal engloba los hábitos básicos que se tienen que seguir para tener una buena salud fonatoria o mejorar las cualidades de la voz cuando ya existe una disfonía.

 

Programa de higiene vocal

  1. Habla menos y más pausado: especialmente más pausado; no te aceleres a la hora de hablar. La costumbre de hablar rápido propicia que apures tu espiración (hecho que supondrá un descontrol en tu ritmo respiratorio y facilitará inspiraciones orales, que provocarán sequedad e irritación en boca y garganta); además, motivará una tensión muscular en el cuello y tórax.
  2. Descansa la voz: especialmente cuando te duela y moleste. Con respecto a otras partes del cuerpo, somos conscientes de que cuando realizamos una actividad física, posteriormente requerimos un descanso. ¿Por qué va a ser distinto con la voz? Aprovecha diariamente momentos para descansar la voz.
  3. No grites: habla con intensidad y volumen moderado. No hables por encima de los demás ni del ruido ambiental (maquinaria, equipos de música…). Tu voz tiene unas limitaciones de frecuencia e intensidad y no se puede equiparar con las de los sonidos que nos rodean. Asume tus limitaciones y aprende de ellas.
  4. No susurres (“hablar bajito”) ni carraspees (“aclarase la garganta”). En caso de carraspeo frecuente, busca estrategias para evitarlo: traga saliva, bebe agua…
  5. No hables mientras hagas esfuerzos físicos (correr, levantar peso, subir escaleras…). Esto supondría un sobreesfuerzo.
  6. Evita cambios bruscos de temperatura: no tomes bebidas ni demasiado frías ni demasiado calientes.
  7. Evita los irritantes y/o tóxicos: polvo, humos, tabaco, alcohol, aire acondicionado, productos como la menta o el eucalipto…
  8. Busca estrategias para reducir tu nivel de estrés. La voz y su patología tiene una fuerte vinculación con aspectos de tipo emocional: personalidad excesivamente activa, preocupaciones familiares, laborales, materiales… Tenlo en cuenta y dedica tiempo para mejorar tu estado de ánimo: haz deporte, paseos, relajación…
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  9. Ten presente tu postura. Si fuerzas la voz al hablar, te acostumbrarás a desplazar el mentón hacia delante y arriba, lo que motivará la rigidez de la musculatura implicada en el desplazamiento de la laringe.
  10. Mantén hidratado y lubrificado el aparato fonador. Algunas estrategias para mejorar su hidratación son:
    • Lavados nasales.
    • Beber agua a menudo. No importa tanto la cantidad como la frecuencia. Acostúmbrate a beber sin tener sed, pequeños tragos a lo largo del día.
    • Toma cicles y caramelos de miel o limón para producir saliva.

 

Y, siempre, cuando estas disfonías se alarguen en el tiempo y/o empeoren, consulta a tu otorrino y logopeda.

 

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