Con la llegada del buen tiempo, los pies dejan de estar escondidos tras calcetines y botas para mostrarse al aire libre. Sandalias, chanclas y calzado ligero se convierten en los protagonistas, pero también suponen nuevos desafíos para la salud podal. En esta entrada al blog de salud del grupo sanitario Ribera, te contamos los problemas más frecuentes y los mejores consejos para cuidar tus pies en verano, con la ayuda de la podóloga Dánae Santiago, del hospital Ribera Juan Cardona.
Uñas dañadas: más común de lo que parece
Muchas personas sienten reparo al mostrar los pies en público por el mal estado de sus uñas. Las causas pueden ser variadas: desde traumatismos antiguos hasta efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia.
La buena noticia es que existen técnicas de reconstrucción ungueal, que permiten mejorar el aspecto y la salud de las uñas. “Hay que valorar cada caso individualmente para ofrecer la mejor solución”, indica la especialista.
Hematomas bajo la uña: ¿cuándo preocuparse?
Los hematomas subungueales son acumulaciones de sangre bajo la uña provocadas generalmente por golpes o presión continuada (como puede ocurrir al practicar deporte). Muchas personas acuden tarde a consulta cuando la uña ya está levantada o empieza a doler.
Consejo: ante un hematoma visible, acude al podólogo cuanto antes. Un drenaje a tiempo puede evitar molestias mayores y preservar la uña.
Uñas encarnadas e infecciones por hongos
Dos de los problemas más frecuentes en la consulta podológica son:
- Onicocriptosis (uñas encarnadas): Se clavan en la piel, generan dolor y, si no se tratan, pueden causar infección.
- Onicomicosis (hongos en las uñas): Pueden deformar, engrosar y decolorar la uña.
Ambos problemas tienen tratamiento, pero requieren diagnóstico precoz y, en algunos casos, seguimiento especializado.
Ampollas y rozaduras: el precio del calzado veraniego
Al cambiar a un calzado más ligero y sin calcetines, los pies se exponen a nuevas zonas de roce. Las sandalias y chanclas —especialmente si se usan durante largos paseos— pueden causar:
- Ampollas
- Rozaduras
- E incluso fascitis plantar, una inflamación dolorosa de la planta del pie muy frecuente tras el verano.
Recomendaciones:
- Evita caminar distancias largas con chanclas.
- Alterna el calzado para no sobrecargar siempre las mismas zonas del pie.
- Elige calzado con sujeción ajustable y materiales no abrasivos.
Qué hacer si aparece una ampolla
Según la doctora Santiago, el tratamiento dependerá de su estado:
- Si la zona está roja, pero sin ampolla: cambia de calzado y protege la zona con un apósito.
- Si ya hay ampolla:
- Si es dolorosa y está en zona de apoyo, puede pincharse con aguja estéril, aplicar antiséptico y cubrir.
- Si no molesta, mejor no pinchar: desinfectar y cubrir hasta que se seque sola.
Nunca retires la piel de la ampolla: actúa como barrera natural frente a infecciones.
Sobre la prevención en piscinas y duchas públicas
Lugares húmedos y concurridos como piscinas, vestuarios y duchas públicas son focos habituales de contagio de infecciones como:
- Papilomas (verrugas plantares)
- Pie de atleta (infección por hongos)
Cómo prevenir problemas
- Usa siempre chanclas en espacios públicos.
- No compartas toalla ni calzado.
- Seca bien los pies, especialmente entre los dedos.
Como conclusión podemos decir que el verano puede ser una época maravillosa para disfrutar de tus pies… si los cuidas bien. Presta atención a los signos de alarma, no ignores las molestias, y recuerda que ante cualquier duda, consultar a un podólogo es siempre la mejor decisión.
¿Tus pies están listos para el verano?
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