Inmaculada Andreu sostiene entre sus brazos a su pequeña Amaya, sin poder contener las lágrimas. Hace cinco meses las posibilidades de que llegara a nacer y estuviera sana eran nulas. En junio, embarazada de 20 semanas, tuvo que ser intervenida de urgencia por el Servicio de Cirugía Cardiaca del Hospital del Vinalopó por un cuadro de angina de pecho. Pese a que los especialistas le advirtieron de los riesgos de perder al feto, nunca se planteó interrumpir la gestación.
Y es que, a medida que transcurre la gestación, la mujer experimenta cambios físicos y fisiológicos debido a las adaptaciones al nuevo tipo circulatorio y a los requerimientos del feto en constante crecimiento. A pesar de que estos cambios se dan en casi todos los órganos y sistemas, sus efectos en el corazón de las embarazadas con enfermedad cardiológica pueden poner en peligro su salud y la del futuro bebé. Inmaculada padece una hipercolesterolemia familiar y en 2006 presentó un cuadro de angina de pecho. Lo que no podía imaginar es que se le presentara un nuevo episodio estando embarazada.
Para la dirección del centro hospitalario, este logro –solo se conocen cinco casos similares en el mundo-, supone seguir avanzando en una sanidad pública a medida del paciente, completamente personalizada y con las garantías de contar con un equipo médico del más alto nivel. El Servicio de Cirugía Cardíaca de Vinalopó Salud es referencia nacional y el Área del Corazón ha sido recientemente galardonada a nivel nacional en los PREMIOS TOP20.
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