- A raíz de los casos de contaminación de tortillas preparadas, especialistas del grupo Ribera explican que toda elaboración de conservas sin una higiene correcta favorece la contaminación por la bacteria clostridium botulinum que, si no es eliminada con calor o inhibida por un pH suficientemente ácido, puede reproducirse y generar la toxina
- Recuerdan que las más frecuentes son las producidas por bacterias como Salmonella, Campylobacter, E. coli o Listeria que provocan síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, malestar o fiebre.
Las intoxicaciones alimentarias pueden estar causadas por agentes infecciosos como bacterias, virus y parásitos, o por sus toxinas, que contaminan los alimentos que consumimos, sobre todo, por el calor no controlado y la mala manipulación, al romper la cadena de frío o descuidar las medidas de higiene de manos y utensilios. Así explica el doctor Ángel Lancho, especialista del Servicio de Digestivo del hospital Ribera Polusa, el principal foco de las intoxicaciones por alimentos que se registran en esta época del año. A raíz de los casos de botulismo vinculados al consumo de una marca de tortilla de patata preparada, el doctor Antonio Valdivia, jefe de Medicina Preventiva del Departamento de Salud de Denia y del Hospital de Denia, asegura que “toda elaboración de conservas sin una higiene correcta favorece la contaminación de éstas por la bacteria clostridium botulinum que, si no es eliminada con calor o inhibida por un pH suficientemente ácido, puede reproducirse y generar la toxina”.
Profesionales del grupo sanitario Ribera han aprovechado los casos recientes de intoxicación alimentaria registrados en diferentes puntos de la geografía española, así como algunos otros en los que la fuente del problema de salud era el agua contaminada, para recordar las principales causas de contaminación por alimentos o agua este verano. El doctor Valdivia asegura que, según los datos de RENAVE (Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica), “los brotes más frecuentes son los causados por salmonella, seguida a distancia por los causados por histamina o Norovirus, y los alimentos más frecuentemente implicados son los que contienen ovoproductos”. El doctor Lancho, por su parte, añade las intoxicaciones por Campylobacter, E. coli o Listeria “que proliferan en exceso en alimentos mal cocinados o conservados” y que estas intoxicaciones pueden provocar síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, malestar o fiebre.
Sin embargo, la afección puede variar de un paciente a otro. “Una misma intoxicación en un grupo de personas puede producir síntomas muy leves, ausencia de síntomas o enfermedad grave e incluso riesgo vital en otras más vulnerables, dependiendo de la cantidad de alimento en mal estado ingerida y de otros factores individuales, como la edad o el estado de salud”, explica el especialista del hospital Ribera Polusa. Para el doctor Valdivia, ante la manifestación de síntomas digestivos, “lo más importante es asegurar que se mantiene una hidratación correcta, por lo que cualquier caso de intoxicación que impida retener líquidos debido a vómitos o diarrea debe ser valorado de forma urgente por un médico”. En concreto, recuerda que “los casos con más de 10 deposiciones diarias de heces blandas y acuosas se consideran diarrea severa”, y añade que la presencia de moco o sangre en las heces “apuntan también a un cuadro grave que debe ser valorado urgentemente por un especialista, así como cualquier signo de deshidratación significativa como mareos, hipotensión o disminución del nivel de conciencia en los casos más graves”.
Desde el Hospital Universitario de Torrejón, también gestionado por el grupo Ribera, recomiendan evitar en verano alimentos como la carne poco cocinada, especialmente la picada, lácteos no pasteurizados, productos que contienen huevo crudo, como la tortilla sin cuajar o la mayonesa, vegetales que se consumen crudos y sin pelar, arroces u otros guisos preparados con antelación y sin enfriar o alimentos listos para el consumo, que no sabemos si han respetado condiciones de conservación.
Tras los casos registrados, por ejemplo, en Valencia, con la contaminación de varios niños en estanques y fuentes de un parque urbano, el doctor Valdivia recomienda garantizar que el agua está sometida a los controles sanitarios pertinentes y que los menores no se bañan o juegan con agua que no está previsto para este uso.
Las recomendaciones de los especialistas del grupo Ribera para evitar intoxicaciones alimentarias en verano son:
- Mantener una buena higiene de manos, utensilios y superficies de manipulación de alimentos, así como lavar adecuadamente frutas y verduras.
- Cocinar adecuadamente y a temperatura suficiente los alimentos.
- Evitar romper la cadena de frío o dejar alimentos crudos o cocinados a temperatura ambiente.
- No utilizar agua no potable ni para el consumo ni para la preparación de alimentos.
- Evitar consumir alimentos con mal aspecto, con envases deteriorados, o que han perdido el vacío, así como volver a congelar productos previamente descongelados
- Evitar el contacto de alimentos crudos con alimentos cocinados.
- Prestar atención a las condiciones de higiene de los establecimientos.
- Evitar el contacto de los alimentos con insectos u otros animales.